jueves, 22 de diciembre de 2011

Discussing.

¿Porqué nos resulta tan fácil discutir con desconocidos o simplemente gente que no nos cae en gracia, y , sin embargo, cuando discutimos con alguien que nos importa nos resulta tan difícil?
Cuando discutes con un desconocido, tienes muy claro qué es lo que quieres decir y qué vas a hacer, porque realmente ya tienes planeada la discusión. La realidad, es que cuando ocurre con alguien que no te importa, simplemente son palabras porque NO haces daño.Cuando discutes con alguien siempre hay motivo aparente, muchas veces inventado por el simple hecho de discutir, pero eso solo ocurre con desconocidos.
La cosa cambia totalmente cuando pasa con alguien a quien quieres, pero aún es más difícil cuando es a la persona a la que amas, tu compañero de viaje, tu confidente.
Cuando esto pasa, son discusiones tontas con daño gratuito, porque realmente no dices lo que piensas, dices lo primero que se te pasa por la cabeza sin pararte a pensar realmente en sus consecuencias.
A veces todo empieza por una tontería, o simplemente por hablar como no debes, pero se hace tan grande y tan fuerte que parece imposible pararlo y arreglarlo.
¿Qué creo yo?
Yo sinceramente creo, que en mis discusiones con el eje principal de mi vida, son horribles, porque al principio me mantengo porque creo que tengo razón, pero a medida que argumenta me doy cuenta de lo idiota que he sido, pero soy demasiado orgullosa para admitirlo y todo va a peor.


El momento más duro de todos, es cuando lo veo todo perdido, cuando estoy más calmada y a él solo le veo recogiendo sus cosas, pero a mi solo me apetece abrazarle y decirle que es la mejor casualidad que nunca he tenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario